martes, 28 de noviembre de 2017

Adhesión al homenaje rendido en Ciudad Bolívar a Milagros Mata Gil


Como presidente de la Academia Venezolana de la Lengua deseo llegar la adhesión institucional de la corporación al homenaje que se le ha preparado en Ciudad Bolívar a la notable escritora y miembro correspondiente de esta academia por el estado Bolívar, doña Milagros Mata Gil. Constituye un honor para la corporación saber que uno de sus miembros más destacados sea honrada en su tierra, tierra de tanta historia, de tanta tradición, de tantos blasones antiguos y recientes.
Como amigo de muchos años, lector y admirador de la obra de Milagros Mata Gil quiero reconocer en ella a una extraordinaria mujer, de gran sensibilidad humana, de extraordinaria capacidad para captar detalles y claroscuros, sombras y matices más allá de la región pura de la luz y sus reflejos. Todo ello le ha posibilitado, por un lado, plasmar una obra narrativa rica en visiones ficcionalizadas de la realidad y, a la par, un conjunto de ensayos no menos meritorios por su agudeza interpretativa.
Sin duda, sus novelas La casa en llamas y Mata el caracol, ambientadas ambas en Ciudad Bolívar, nos ofrecen interpretaciones ficcionales de la gran urbe angostureña, de su cotidianidad, de sus quietudes y borrascas.
No puede ser menos oportuno y justo este reconocimiento a Milagros Mata Gil de Carnevalli Villegas, mi querida marquesa viuda de Villegas. Deseo sumarme a él y adherir mi corazón y mis más profundos sentimientos guayaneses a quien (como el río que atraviesa la región y se alimenta de tantos otros ríos y permite el tránsito del naciente al poniente y de la aurora al crepúsculo de la tarde y a la noche aguda de estrellas poblada) ha narrado voces e historias ínfimas que se hacen con fuerza raudal y tepui, roca y gota de agua.
Horacio Biord Castillo

San Antonio de Los Altos, 27 de noviembre de 2017

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