viernes, 7 de julio de 2023

¡MILAGRO MATA GIL HA MUERTO!!!

Me lo comunicó por teléfono mi hija Rusalca y quedé realmente impactado, no sólo por lo inesperado, sino por lo que ella significó en la vida intelectual bolivarense. Cuando joven, perteneció a la juventud comunista. Un día llegó a la Corresponsalía de El Nacional y me dijo “quiero ser tu secretaria sin sueldo”. No tenía inconveniente, acepté, le di un escritorio y una máquina de escribir. Yo era simultáneamente Corresponsal de El Nacional y redactor de El Bolivarense. Le publiqué su primer artículo. Desde entonces me llamaba su maestro, pero jamás me consideré tal. Ella era una mujer inteligente y muy capaz, de fácil memoria y redactaba muy bien. Aunque nació en Caracas, siempre se consideró bolivarense, acaso porque de esta tierra angostureña eran sus ascendientes. (Aparte doy a conocer una entrevista que le hice cuando tenía 35 años)

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